domingo, 21 de agosto de 2011

TRI HITA KARANA


Los balineses creen en el equilibrio. La base de la felicidad viene del equilibrio en los tres ámbitos de las relaciones. Los humanos con los humanos,  los humanos con lo espiritual y los humanos con su entorno.
Si digo la palabra Bali, en mi cabeza aparece la imagen de una playa. Por ser alguien con cierta inquietud espiritual y cultural, hay que reconocer que soy bastante básica.
Hay que aclarar que la playa de mi mente no es para nada la portada de un Caribe Mix. No, es una playa sin ruido, con una luz increíble, y además está amaneciendo.
Y dejando de lado la espiritualidad, hablaré de actualidad.
El papa Benedicto XVI acaba de visitar Madrid, donde ha reunido a más “grupies” que si hubiera venido Lady Gaga.
Se supone que se estaba celebrando la JMJ, o sea, la Jornada Mundial de la Juventud. Resulta que de todos los rincones del planeta, los jóvenes y algunos no tan jóvenes han hecho el esfuerzo de venir a ver  al portavoz de Dios en la tierra. (Jerárquicamente va así ¿no?)
No estoy muy al día de lo que suponía este acto. He visto imágenes del parque del retiro plagado de confesionarios, gente que hacía carteles de bienvenida,  y hasta alguno gritando “esta es la juventud del Papa”. Es tanta la pasión, que ni los 39º centígrados han impedido a estos jóvenes celebrar su fe.
Pues yo me he sentido decepcionada. 
Primero, porque la Iglesia, a mi entender, debería revisar el voto de pobreza y dedicarse a cuidar almas. Vender sus tesoros vaticanos y darlo a cualquier país con pobreza extrema. No debería meterse en política y habría que dejar de mirar al otro lado en cuanto se habla de pederastia.
Segundo, porque la juventud, tenga la edad que tenga, debería preocuparse por el mundo que le rodea, entender sus problemas y sobre todo sentir más empatía. Me gustaría saber en que han cambiado las vidas de los peregrinos del JMJ. ¿Cuándo vuelvan a sus casas serán mejores personas? ¿Se volverán indignados ante la crisis? ¿Serán personas más generosas, más valientes?
Y ante mis comentarios, debo aclarar que no critico estos actos, (bueno los encuentro del todo inútiles, pero allá cada uno con su tiempo), todos tenemos derecho a buscar esa conexión espiritual. Sea mirando una puesta de sol, sea viajando a Madrid a ver al Papa.
Pero también creo que todos tenemos la responsabilidad de cuidar unos de otros. Cuidar de los humanos, del planeta y del entorno. Como dicen los balineses Tri Hita Karana, y estos últimos días creo que se ha producido un ligero desequilibrio.

3 comentarios:

  1. Exactament el que jo penso :-)

    Albert V.

    ResponderEliminar
  2. Hay que reconocer que el "berenjenal" en el que, de manera tan bienintencionada, has realizado una incursón da para escribir una docena de Quijotes. Como siempre, sales airosa, aunque me quedo con lo de que todos tenemos derecho a buscar esa conexión espiritual.

    Juan R.

    ResponderEliminar
  3. Tu ja saps el que en penso...Clar que tu ho expresses molt millor!! ;P

    ResponderEliminar

EL CREADOR DE DISTOPÍAS

  Tengo un amigo que ama las distopías. Escribe sobre ellas y parece que todo lo analiza con precisión quirúrgica, cuando lo imagino delante...