Según Darwin, no es la especie más
fuerte la que sobrevive, sino la que se adapta mejor a los cambios. No sé si el
ser humano tiene ese tipo de habilidad, pero muchas personas, sí. Por ejemplo,
sin hablar de grandes gestos, veo por los posts de Facebook que Alex O’Doherty
se equivoca de tren y tiene que bajar en Cuenca, para esperar a otro Ave que le traiga de vuelta e ir a Valencia. El
hombre se va de paseo, cuelga selfies y fotos y estoy segura que lo disfruta.
Me imagino a mí, en la misma situación, abrazada a las rodillas y mirando la
maleta, pensando, no tengo tiempo de visitar Cuenca, y voy a perder el próximo
tren.
Admiro a la gente que es capaz de vivir cualquier situación, de coger lo bueno de los giros de guión y
disfrutarlos. Hago mucho trabajo interior para intentar ser un poco más así y
menos controladora. Incluso a veces voy cómoda de copiloto. Es un avance,
creedme.
Hablando de adaptarse al cambio,
jubilarse puede ser una gran época para probar cosas nuevas, me he enterado de
una magnífica iniciativa que ha nacido en Portugal, el proyecto lata 65. Visitad
su página de Facebook si podéis: https://es-la.facebook.com/Lata65/
.
Se trata de
unos talleres para mayores de 65 dedicados al grafitti. Teoría, o sea que
estudian y ellos sí saben quién es Bansky, y práctica, ala, a pintar el mundo
de color que falta le hace. He oído que quieren importar esta iniciativa a
nuestro territorio, y ojalá vea un día a mis padres armados con botes de
pintura spray y una camiseta con el eslogan “No más muros grises”.
Y hoy
hablaré de cine, que es viernes. Tres películas. La primera, “La cumbre
escarlata”. Yo iba ilusionadilla para pasar un poco de miedo, pero en su lugar
me encuentro una historia de amor muy Jane Austen, con unos fantasmas que se
deshacen y una historia muy previsible. Lo siento, es así. Los actores lo hacen
bién, la fotografía estupenda y además sale Tom Hiddleston y ese señor siempre
vale la pena verlo en pantalla grande. Nada más. Guillermo del Toro
esperaba más de tí. Venga, id a verla y comentamos.
La segunda, “La
visita” de M Night Shyamalan. No voy a decir nada, sólo que igual que en “El
sexto sentido”, pillé rápidamente el giro de guión. Pero me regaló unas risas y
unos sustos. La recomiendo.
Y la
tercera, mi favorita, “Mi gran noche”, de Alex de la Iglesia, obra coral
divertidísima a la par que ácida. Con grandes momentos. Claro que todos los actores
que salen son fantásticos y así, ya tienen medio camino andado. Pero ver a
Raphael tan maligno, que a mí me recordó un poco a Darth Vader, la verdad, fue muy
grande. La gente con sentido del humor para reírse de ellos mismos, son escasos y valiosos, hay que cuidarlos. Os dejo el enlace del tráiler, entre las tres el más alegre y musical.
Nada más por
hoy, os aconsejo que empecéis vuestro fantástico fin de semana, pintando,
viendo películas o lo que más os apetezca, ya luego si queréis, me lo contáis.
Sed felices.
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