viernes, 4 de marzo de 2011

"Abrazos gratis".

En “Cosas que nunca te dije” Seymour Cassel se pasa media película pidiendo un abrazo a la gente que encuentra.


Un león adulto abraza a sus cuidadores que reconoce de cuando era un cachorro, aunque haya pasado mucho tiempo de eso.

Un señor regresa a Australia después de pasar una temporada fuera, se encuentra sólo, desarraigado, hasta que un día en una fiesta una desconocida lo abraza. Y de repente se siente como un dios.

De ahí, que este señor funde luego una organización que se dedica a repartir abrazos gratis por todo el mundo.

Lo que me llamó la atención la primera vez que vi el vídeo promocional de la organización, no fue que alguien repartiera abrazos a los desconocidos, sino que lo hiciera gratis. (¿cómo iba alguien a cobrar por un abrazo?) Entonces después de la primera reacción (no olvidemos que la primera reacción suele ser la que cuenta, según dicen), pues eso, después de pensar que la gente por el mundo es muy rara, pensé si la rara no era yo.

Así que me puse a buscar imágenes y videos de abrazos. Me sorprendí. Yo nunca le había dado al tema la importancia que tiene. Hay todo un mundo hecho de abrazos. Poemas, canciones, cuadros, escenas de películas, escenas reales.

Puede que abraces para consolar a alguien, o en un reencuentro, puedes abrazar feliz o lleno de dolor, con curiosidad, con familiaridad, con amor, con miedo.

A veces un abrazo puede ser tan reconfortante como llegar a un portal en medio de una tormenta, o meter los pies en un río en verano.



Y lo más curioso es que viendo todos esos abrazos, empecé a relacionarlos con momentos de mi vida, con la gente que abraza bien, con la gente que no sabe abrazar, con los abrazos que te funden con alguien, con los que son incómodos y rígidos y pensé, que cuando abrazas de verdad a una persona, le das mucha información. De una manera absurda, poética y surrealista...le ofreces un poco de tu ser.

Así que la gente que ofrece “abrazos gratis” por la calle, son mucho más generosos de lo que pensé en un primer momento. Porque te ofrecen un poco de contacto, una oportunidad de conectar con piel, ropa, perfume, momento y alma de alguien extraño, de alguien con quien es posible que nunca vuelvas a coincidir, de alguien con quien es posible que nunca hables...pero durante un instante, durante un momento, alguien de quien no importa la edad, el físico, el sexo, la raza o la religión te ha ofrecido algo sin pedir nada a cambio... O puede que sí, al fin y al cabo, un buen abrazo es cosa de dos.



Un abrazo para ti, que me estás leyendo. De los sinceros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL CREADOR DE DISTOPÍAS

  Tengo un amigo que ama las distopías. Escribe sobre ellas y parece que todo lo analiza con precisión quirúrgica, cuando lo imagino delante...