martes, 3 de febrero de 2015

Noches de chicas y niñas que corren más que tu...

La primera noticia que he escuchado hoy ha sido que Kristina Pimenova (aka) la niña más bella del mundo, desfila hoy para la marca de moda infantil “Condor” en Barcelona. Pues mira que bien. En el otro lado del mundo, uno de los anuncios mostrados en la Super Bowl, que ya es viral en internet es el de #likeagirl, de la marca de compresas “Always”. En la versión que he visto, nos muestra como al escuchar la coletilla “…como una niña” inmediatamente pensamos en algo débil y ridículo. “Corres como una niña”, “Peleas como una niña".
Una de las niñas, cuando le preguntan, ¿Qué has entendido cuando te hemos pedido que corrieras como una niña?  Responde “que tengo que correr tanto como pueda”. Aplausos para la pequeña.
Siguiendo el hilo de los acontecimientos, resulta que esta semana se celebra el día de las Águedas. Un día donde tradicionalmente mandan las mujeres.
Se rinde homenaje a Águeda de Catania, quien negándose a casarse con un senador romano, fue castigada y torturada. Seguro que os suena alguna pintura en la que le arrancan los pechos.
Triste. Y me parece bien conmemorar algo que tiene que quiere concienciarnos en contra del maltrato. Pero en serio, de todas las cenas de mujeres que se celebrarán este año, entre chupitos y bailes eróticos, ¿Cuántas conocen que se conmemora realmente? Sobra decir que yo no lo celebro. Y en cuanto a que gobiernen las mujeres, ¿quiere decir que debemos comportarnos como “garrulos” babeando delante de alguien en ropa interior? No creo que ser feminista quiera decir comportarse así. Pero en fin. 
Claro que yo creo más en los seres humanos que en los géneros. Me encanta que me abran la puerta, pero también me gustan las revistas de coches. Defiendo el respeto para el prójimo, sea hombre o mujer. 
No me gusta la etiqueta “la niña más bonita del mundo”, aunque eso sea un gran contrato millonario para la chica rusa que desfila hoy en Barcelona. Para mí, la niña más bonita del mundo es la que sea más feliz.
También espero que algún día no tenga que oír “que corro como una niña” mientras alguien se burla de mí. (Ya me gustaría saber correr como muchas niñas y mujeres que conozco).
Y lo de las Águedas, pues, que lo disfrutéis un montón a todas las que lo celebráis, pero no perdáis el sentido de la celebración. Yo creo que se trata de la libertad, no del infantilismo de purpurina y diademas de chorras de plástico.
Pero, esa es mi opinión. Al fin y al cabo, creo que la meta del ser humano es que sea honesto consigo mismo, que al final del día, sea feliz con lo que ha hecho.
Os dejo el fantástico anuncio de Always. Y como siempre sed felices.




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