martes, 21 de abril de 2020

EL PEOR DE LOS TIEMPOS


Nadie nos había preparado para esto ¿verdad?
¿Cómo estáis? ¿Habéis hecho pan, aprendido idiomas, pintado un cuadro, ordenado los armarios?
¿Habéis sido felices de verdad desde que estáis encerrados? ¿Habéis tocado fondo?
Yo he estado muy ocupada gestionando mis emociones. Aún estoy montada en una montaña rusa llena de "loopings" que a veces me ponen el corazón en la garganta. Me está costando. Pero no me quejo, con todo lo que pasa, no tengo derecho.
Os diré que hasta finales de la semana pasada no he sido capaz de aceptar con un poco de normalidad esta situación transitoria. Al acabar de escribir la palabra “transitoria” me doy cuenta que lo que me hace superar los momentos es esta condición de transitoriedad del contexto. Lo que me anima (por poner una connotación positiva) es que todo pasará. En mis momentos más negros, he llorado por el mundo que he perdido. Que hemos perdido. Y miro fotos de hace sólo un par de meses y no puedo creerme lo afortunada que era.
Echo de menos el roce, los abrazos y los besos que a partir de ahora no se darán. Echo de menos a la gente, pareja, familia y amigos. El café de la mañana en un bar. Las conversaciones hasta altas horas de la madrugada. Conducir y cantar al volante. Insultar a los conductores que no ponen intermitente. Aparcar mal. Ir al cine. Quejarme de tonterías que hace un tiempo eran verdaderos problemas. Levantarme sin necesitar hacer un esfuerzo por creer que todo irá perfecto.
Es curioso cómo nos adaptamos a todo. Y como debemos hacerlo para poder sobrevivir. 
Pero hay cosas que aún me ponen de mala leche. Las noticias falsas, las pullas políticas (no es el momento señores), la falta de solidaridad.
Creo que la pandemia hace salir lo mejor y lo peor del ser humano. Mientras unos aplauden otros ponen carteles acosando a trabajadores esenciales en sus pisos. Para mí, los héroes no son sólo los médicos.
A ver como digo esto para que no se me ofenda nadie. Los médicos hacen su trabajo. En condiciones extremas. En una situación que nunca antes habían visto. A lo mejor es el momento de además de aplaudir, procurar que tengan mejores condiciones y no recortar en sanidad. ¿Y la gente que trabaja en los supermercados o el personal de limpieza o todos estos que están haciendo su trabajo sin muchas garantías y con un sueldo de mierda? (Con perdón). Pensemos también en ellos a la hora de aplaudir y de ir a las urnas que también tiene su importancia.
Nadie sabe cómo será el día en que podamos salir a la calle. Y lo peor, nadie sabe cuándo. He leído algo sobre un “pasaporte” de inmunidad. Se me ocurren un millón de situaciones que confirman el por qué esto no es una buena idea. Y vienen a mí imágenes de la memoria colectiva donde se separa a la ciudadanía, entre “buenos y malos”.
El miedo nos hace perder libertades. Y el miedo es útil en cierta medida como método de supervivencia pero no nos pasemos. El miedo también nos hace débiles y a veces nos esclaviza. Deberíamos poner límites y poder opinar en cosas que van a cambiar nuestra vida para siempre.
Me despido con la esperanza de que estéis bien. Doy gracias a que todo esto nos pilla con la tecnología muy avanzada y todos los ratos que paso conectada con gente aleja un poco los fantasmas y las sombras. Podría ser peor. Un abrazo. Sed felices, aunque cueste.





1 comentario:

  1. Pues sí. Esta pandemia hace salir lo mejor y lo peor de cada uno. Esta pandemia nos ha pillado a todos a contrapié. Mucho ánimo. Habrá que aguantar un poco más porque ya queda menos. Excelente entrada!

    ResponderEliminar

EL CREADOR DE DISTOPÍAS

  Tengo un amigo que ama las distopías. Escribe sobre ellas y parece que todo lo analiza con precisión quirúrgica, cuando lo imagino delante...