viernes, 17 de abril de 2015

Europeos, pero sólo un poco...

Cosas buenas que tiene Europa, los sueldos, bastantes museos gratuitos, el chocolate, mucho wifi gratis  y el nivel de inglés.
Cosas malas, hace mucho frío, se suicida mucha gente, todo está muy caro y a las siete muchos bares han cerrado.
Sí señores, vamos a hablar de que la Generalitat de Cataluña ha decidido que vamos a ser un poco más europeos. ¿Con los sueldos? ¡No! Y tampoco con el nivel de inglés. Vamos a adaptarnos a su horario.
Y yo estoy francamente preocupada. Porque soy de esas personas que ya se levanta pronto y va al gimnasio antes de las siete de la mañana, pero me gusta saber que a las diez de la noche tengo la opción de tomarme una cañita, y si puedo en una terraza.
Un poco hartita estoy de oír la siguiente frase, en distintas conversaciones. “Es que allí son muy europeos, todo está muy limpio, la gente es educada…”
Bueeeeno… no nos pasemos. Aquí gritamos más. ¿Y qué? Y gente guarra hay en todas partes, perdona, pero eso es cierto aquí, y en Amsterdam.
Me gusta el carácter que tenemos, y me da un poco de miedo que el cambiar el horario sea una maniobra de los canales de pago para que a las siete de la tarde estemos todos cenando delante de la tele.
Dicen que con el nuevo horario seremos más productivos en el trabajo y más felices en nuestras relaciones personales. Aquí ya me enfado un poco. Lo siento pero creo que hay grandes profesionales en nuestro país, cenen a la hora que cenen. Y lo de ser más felices. Ahí no me meto. Que cada uno sea feliz como le dé la gana.
Pues nada, que sea lo que Dios quiera, pero por ahora, disfrutemos de la primavera, con sus mamás que salen a caminar después de la cena, con los runners en manga corta, y las horas de luz de regalo.
Ahora la recomendación obligatoria. Si estáis en casa a las siete, como buenos europeos, o si llegáis tarde y no ponen nada en la tele, entrad en la web de tve a la carta y daos el placer de disfrutar de una de las mejores series que he visto últimamente. “El ministerio del tiempo”. Ficción ibérica que bebe de las grandes como “Dr. Who”, pero con un toque castizo. Esta semana terminó la primera temporada, y a parte del acertado cameo de Jordi Hurtado, la aparición de Lorca en el capítulo me hizo recuperar sus poemas, que leía yo de adolescente. Gran capítulo final, por cierto.
Y os dejo, porque se me hace tarde, pero os deseo un muy buen fin de semana, con gintónics en las terrazas que cierran al alba y con muy buenos ratos, de esos que te hacen sonreír cuando los recuerdas. Sed muy felices.


1 comentario:

  1. Cuánta razón tienes. Eso del horario europeo ... Bffff !!!! creo que esto políticos se aburren demasiado.
    Magnífico final de tu entrada en el que he podido visualizar un helado y burbujeante gintónic refractando en sus transparencias luces de neón.

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