jueves, 7 de mayo de 2015

Pues no se me ocurre ningún título para esta entrada...

Hace días que me digo, tendría que escribir algo para el blog. Es por eso que voy mirando las noticias, a ver si me inspiro. Veo una página que dice que el Tribunal de la UE avala la decisión de algunos estados de que los gais no puedan donar sangre. Me quedo muda. Miro la página otra vez, puede que sea una broma de mal gusto. Pues no, es una noticia real.
No se me ocurre ninguna explicación coherente. A lo mejor estoy en un universo paralelo y surrealista. Compruebo la fecha en mi ordenador y  veo que estamos en Mayo del 2015. ¿Seguro que no estamos en el siglo XV?
Yo misma me contesto que no, porque soy rubia, pero hasta yo sé, que en el siglo XV no se puede consultar la fecha en el ordenador.
Sigo con mi teoría del universo paralelo. Leer a Murakami, a veces hace que tenga la mente abierta a estas cosas.
Continúo buscando evidencias. Las encuestas electorales dicen que a pesar de los casos de corrupción, vuelven a ganar los mismos. Clarísimo caso de enajenación mental colectiva.
Leo que Paraguay, prohíbe el aborto a una niña violada de 10 años. Las aportaciones del estado a cultura en Cataluña caen un 80% en los últimos 4 años. Un 90% de los hombres llevan barba. Aunque de eso no me quejo, soy “barbafriendly”. Pero paseas por la calle y parece una película de los 80.
Decido mirar las cosas desde otra perspectiva. Y me dedico a recolectar buenas noticias. Aunque sean más cercanas y no salgan en los periódicos. Lluís y David, serán papás, la semana que viene, y confieso que me emocioné al saberlo. Prometo retrasar mi mensaje diario de buenos días para no despertarlos, porque seguro que les espera más de una noche en vela. Me declaro muy fan del vino Jean Leon 3055, que probé por primera vez el domingo. Quiero visitar la bodega ya. He hecho mi visitilla a la playa, con lo que para mí, ya es verano. He escuchado un fantástico concierto de Jazz en el Palau Maricel. Y cuando miro la cartelera, veo que estamos en una época en que las películas de acción ganan a las románticas. Por fin.
Pero el problema que se me plantea es: ¿Qué hago con las malas noticias? ¿Dónde reclamo? ¿En qué mundo se ve “normal” que un homosexual no pueda donar sangre? ¿La violación de una niña de 10 años? ¿Las guerras religiosas, políticas o económicas? El mundo no se parece en nada al que yo soñaba de pequeña. Y me digo a mi misma que algo hay que hacer para que cambie. Aún no se cómo. Pero sí sé que un pequeño cambio de actitud supone una gran diferencia.

Sed felices. Y esta vez debo añadir que tenéis que ser también conscientes. No puede ser que leamos ciertas noticias y nos quedemos igual, como si fuera una anécdota. Pensad que en el fondo todos somos uno, y callar ante una injusticia, es en realidad, maltratarse a uno mismo.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL CREADOR DE DISTOPÍAS

  Tengo un amigo que ama las distopías. Escribe sobre ellas y parece que todo lo analiza con precisión quirúrgica, cuando lo imagino delante...