Hace
días que tengo un sueño recurrente. Estoy en una especie de reunión con amigos
y entra Murakami, el escritor de los gatos y el jazz. Trae una bandeja llena de
cafés tipo Starbucks y los va repartiendo, a todos, menos a mí. Yo me despierto
con la rara sensación de que ni me ha visto. Este sueño difiere de los otros
que tengo porque no salen portales a otros mundos, ni famosos en batín. El
famoso en cuestión suele ser Jason Statham, para que nos vamos a engañar. El
caso es que me despierto siempre con la frase preparada para increpar a
Murakami y preguntarle, por qué soy la única a que se queda sin café. Pero él,
ya se ha ido, al sueño de otro supongo.
Pues
lo que són las cosas, que estaba yo pensando en esa sensación de encontrar la
palabra correcta cuando alguien ya no está, y hace nada, leyendo un comic me
entero que a esa situación se le llama, “L’esprit d’escalier”. No sé si hay
alguna frase que lo explique en castellano, tendré que enterarme.
Cambiemos
de tema, ya es mi época preferida del año, la pre-navidad. Incluye el Black
Friday con descuentos en las tiendas, lucecitas en los árboles y personas que
empiezan a quejarse de lo hipócrita que se vuelve la gente en estas fechas.
También incluye el anuncio de la lotería, a estas alturas imagino que todos
habréis visto al pobre Justino en la fábrica de maniquíes. ¿Soy la única que
piensa que a la mañana siguiente habrá que ordenarlos? Seguro que sí. Pero me
gusta más que el del año pasado, eso sí.
Y
como los cielos estan grises vamos a pillar manta y sofá, y peli, por supuesto.
Hace nada vi “Sólo los amantes sobreviven” de Jim Jarmush. Lejos de ser una
historia de vampiros típica, Jim nos muestra a una pareja muy culta y nos habla de la
vida y de la soledad. Recomendable. Y por supuesto fui a ver “Spectre” de 007.
Ahí estaba yo bostezando y pensando, ¿el Craig era mudo? Y ¿Volverá a quitarse
la camiseta?. Lo de mudo es por sus diálogos casi inexistentes, y esa mirada
perdida en plan “Ahora no se muy bien que hago aquí, ¡oh una tía buena, voy a
tirármela!”. Y lo de la camiseta por la intro. Miradla. Seriously.
Eché
en falta más papel para Christoph Waltz, ese magnífico robaescenas que está
altamente desaprovechado.
Y
hasta aquí mi crítica. Voy a por un café. Dejaré uno pagado a ver si Murakami
esta noche me lo trae. Sed buenos, felices y por favor disfrutad de la
prenavidad sin quejaros.