Ya está aquí, el día matemáticamente más triste del año.
El Blue Monday. La suma de factores dirá lo que quiera pero yo elijo cuando
estar triste. Y hoy, no. Así que hasta nueva orden hoy elijo la alegría.
Me rodeo de optimismo y leo que ya ha nacido la primera
flor en el espacio. Se trata de una Zinnia y es de color naranja, uno de los
colores más vitales que existen. Felicitamos a Scott Kelly el astronauta convertido
en jardinero.
Más buenas noticias. Si quieres ponérselo difícil al
alzheimer: Baila. Bailar es efectivo, antidepresivo, divertido y encima haces
ejercicio. Ya lo sabes, “Mueve tus caderas cuando todo vaya mal”, como cantaban
los Burning.
Y de bailes y flores nos vamos a libros. El sábado pasado
el frío me “castigó” y no pude ir a la montaña, así que me fui de rebajas.
Después de probarme todos los zapatos que encontré, como si fuera la hermanastra
de Cenicienta, decidí que no tenía el día. Así que me fui a “Norma
Comics” de Lleida, donde cayó un ejemplar de Sandman que tengo esperando a
empezar. Da gusto entrar en un sitio y hablar con gente que entiende y disfruta lo que hace. La
mujer al cargo, me contó que la colección “Sandman” había pasado por varias
editoriales y que era difícil encontrar ejemplares, la verdad es que no soy nada
coleccionista, soy más bien una devoradora de libros que lee cualquier cosa que
esté impresa. La visita a la tienda vale la pena, sobre todo si eres “novata”
como yo, tú déjate guiar y disfruta.
Y vamos a añadir unas gotas de misterio a la vida. La
editorial burgalesa Siloe, ha sido la elegida para editar un facsímil del
misterioso “Manuscrito Voynich”. El códice lleva el nombre de su
último descubridor, Wildrid Woynich, un anticuario polaco que lo adquirió a los
jesuitas en 1912, y cuyos pergaminos ha datado el carbono 14 entre 1404 y 1438.
No
sabemos muy bien la lengua en que está escrito, conocemos por las ilustraciones
y algunas pocas palabras que se han podido descifrar que está a caballo entre
un herbolario y un tratado de alquimia. Estamos a la espera de que salga y podamos, si no comprarlo, al menos visitarlo cuando esté
en exposición al público.
Os dejo, con misterios, con alegrías,
cambiando el color azul por el naranja, que tiene más vitamina C y que nos protegerá
de los virus de gripe y mala leche que nos acechan. Como siempre, me despido con
una canción. Y como antes he dicho, hay que bailar, y si hay que aprender, lo
haremos con uno de los mejores. Y en cualquier situación. Hasta bajo la lluvia.
Sed felices.