Hay
personas a quien mi total adoración ha convertido en dioses. Esa manía mía tan
pagana, me ha acarreado más de un disgusto. Quitar la humanidad del mito y
convertirlo en objeto de devoción hace que viva una fantasía absoluta y
fabricada a mi medida. Uno de esos dioses paganos para mí es Woody Allen. Lo
sigo desde que una vez en la biblioteca, cayó en mis manos un ejemplar del
guión de “Manhattan”. Le siguieron los guiones de “Annie Hall”, “Delitos y
Faltas” y “Hannah y sus hermanas”. La primera película que vi de él, fue en “la
2” y era una de esas de las que ya me sabía el diálogo de memoria. Bueno, y la
música, porque si podía iba a la fonoteca, (no sé si eso aún existe) y cogía
los discos (sí, en vinilo), de Gershwin y Cole Porter. Aunque no siempre estaban
disponibles. Y es que en mi casa el vídeo llegó cuando ya había fracasado el
Beta.
Lo
que quiero decir, es que seguía sus películas religiosamente. Y me encantaban
casi todas. Escuchar los diálogos, me hacía sentir inteligente. O reír. O
empatizar con los personajes. Con el tiempo, Woody Allen ha hecho alguna obra
que no me ha convencido. Pero cuando mucha gente coincidió en decirme que “Café
Society” era lo mejor que había visto del director, se me pusieron los pelos de
punta. ¿Se había superado mi mito a sí mismo? ¿Qué historia era esa a la que
muchos de mis conocidos, habían caído rendidos a su encanto?
También
pensé en el perfil de mis amigos. A ver, si esta persona me lo ha aconsejado,
pero resulta que no coincidimos en ninguna otra película…¿Puede ser que Woody
haya hecho una película mala?
Bueno,
pues fui a verla.
La
música, muy buena. Los actores y actrices muy bien. Menos Kristen Stewart, que
debe ser pariente de la directora de casting. Porque a parte de la falta
absoluta de química entre ella y el resto del reparto, la chica tiene la
habilidad de no mover ni una ceja en toda la película.
La
historia. Pues yo creo que si te sientas un domingo por la tarde y ves una peli
de esas alemanas que pasan los fines de semana, y igual la has visto y todo. Pero
lo peor es que estuve una hora esperando que pasara algo que justificara la
falta de acción. Pensaba, ya, ahora tenemos un giro de guión. Y no, el giro no
llegó. Para mí, la mejor escena de la película, la protagonizan los padres, en
la habitación hablando sobre la muerte. Sí, eso fue Woody Allen, haciendo cine.
El resto, no.
Cuando
llegué a casa, busqué las críticas, profesionales y de usuarios. Y resulta que
casi todas dicen lo contrario que yo. Obra maestra, Kristen
Steward va a por el Oscar, sutil y preciosa.
Lo
siento. No estoy de acuerdo. Aburrido no es sinónimo de sutil. Le falta sustancia. Aunque hay algún diálogo
bueno, le falta la agudeza y la gracia que suelen caracterizar sus películas. Y
los que le encuentran referencias al “Apartamento” de Billy Wilder, creo
que no han visto la misma película que yo. Vale que la chica se tira al jefe y
el empleado está enamorado, pero hay una evidente falta de ritmo, algo de lo que no se puede acusar a Billy Wilder. ¡Por dios, si
hasta bostecé! ¡Yo!
Viendo
que nunca podré dedicarme a la crítica cinematogràfica profesional, me dedico a
criticar así, a pelo, en mi blog. Quien no esté de acuerdo conmigo, que me lo cuente. Sí, por favor, ¡me encanta discutir!
Me
despido esperando que Woody Allen esté escribiendo otro guión, porque es lo que
tiene el amor, que siempre da segundas oportunidades.
Y
os dejo con un ejemplo de agudeza mental de eso que eché en falta.
Sed
felices.