El 1 de Junio de 1926, nace
Norma Jeane Mortenson, que luego sería conocida como Norma Jeane Baker, con la ignorancia absoluta que un día sería
leyenda.
Norma Jeane tuvo una
infancia difícil. Como casi toda leyenda que se precie.
Poca cosa podemos añadir a
su comentada biografía. Sus matrimonios por ejemplo. Recuerdo que cuando yo era
adolescente vi una foto de Marilyn con uno de sus maridos, Arthur Miller. Y
pensé ¿Qué tendría ese hombre desgarbado para atraer a una mujer como Marilyn
que podría estar con quien quisiera? Después crecí un poco y leí “Muerte de un
viajante” y pensé ¿Qué tendría Marilyn para atraer a Arthur Miller?
Mi idolatría por Marilyn
llegó tarde. Yo era muy fan de Rita Hayworth. También de Ginger Rodgers. Para
mí, el cine clásico no entendía de épocas, sólo era clásico. La absoluta
veneración por la rubia me viene de su personaje Lorelai Lee en “Los caballeros
las prefieren rubias”. Siempre creí que en el fondo Marilyn era Lorelai. Cuando
me leí el libro de Anita Loos, vi que el personaje era mucho más complejo que
en la película y me reafirmó en mi teoría de que Marilyn siempre fue Lorelai
Lee.
No imagino las guerras que
debió lidiar la rubia en la época de latón dorado de Hollywood. Creo que era un
tiempo lleno de Harry Weinsteins por todas partes. Una de sus frases más
famosas es “En Hollywood pueden llegar a pagarte 1000 dólares por un beso pero
tu alma no vale más de 50 centavos”.
Fue nombrada “Miss Alcachofa”
en 1947 en Castroville, California. Su bebida favorita era el Dom Perignon 1953. Era una tardona compulsiva y tuvo serios
problemas con muchos de sus compañeros de profesión debido a su actitud de
Diva. Su madre era una enferma mental y esa sombra siempre planeó encima de la
cabeza de Marilyn con el miedo a que ella hubiera heredado tal enfermedad. Le
encantaban los animales y Frank Sinatra le regaló un perro cuando se divorció
de Joe DiMaggio, le puso “Maf”, de Mafia. DiMaggio traía flores a su tumba cada
semana, como le prometió si ella moría antes que él. Era una mujer culta y se
sentía fascinada por la gente inteligente. Leía mucho, escribía poesía y
coleccionaba arte. Le gustaba el perfume “Chanel nº 5” cosa que nunca he podido
llegar a entender. Fue amiga de Truman Capote. Amante de un par de Kennedys. Y considerada
una bella tonta por muchos de sus fans. Ingresó en el Actor’s Studio y recibió
clases de Lee Strasberg. Fundó su propia productora y nunca estuvo tan bien pagada
como puedas imaginar.
Pero ¿Y la Marilyn humana? Algunas
cintas de su último psicoanalista salieron a la luz, revelando una mujer
atormentada y llena de miedos. Una criatura insegura.
Su última cena se la trajo
Jean Leon a su casa, su plato favorito fetuccini y vino.
Dicen las malas lenguas que
una vez Marilyn le propuso matrimonio a Albert Einstein y le dijo “¿Se imagina
un hijo nuestro con mi belleza y su inteligencia?” A lo que el físico respondió
“Temo que el experimento saliera al revés con mi belleza y su inteligencia”.
Nadie habla del alto coeficiente intelectual de la rubia, que algunos dicen era
superior al del científico.
Con ella comparto algunos
puntos comunes: como su color de tinte, su amor por los animales, algunas
inseguridades y su gusto por los hombres listos. No nos engañemos, preferiría
compartir sus medidas, su talento y su inteligencia. Pero así son las cosas.
Muchas teorías de la
conspiración han hecho correr ríos de tinta a partir de su turbia muerte.
Suicidio, asesinato o mala suerte, el caso es que Marilyn se marchó sin
despedirse y eso siempre sienta mal. Sin embargo para mí siempre será una de
las inmortales del cine. Poco valorada y más famosa por detalles superficiales
que por su verdadero yo. No hay duda de que Marilyn fue un gran personaje,
quizá el mejor de Norma, su gran interpretación, ojalá su guión hubiera tenido
más páginas.
Hoy no voy a alegraros el
final del post con una canción sino con un clip de mi personaje preferido. Disfrutad
de la vida. Superad los malos ratos. Bebed vino y tomad el sol. Nuestro tiempo
es limitado. Sed felices.
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