Ayer en una tienda una mujer mayor dijo "Esta sí es una primavera como las de antes". Las primaveras de "antes", eran como un lento proceso que te trasladaban del crudo invierno, al despreocupado y feliz verano.
Yo recuerdo que de niña, tenia ropa de entretiempo, ropa que al ponértela te daba cierta alegría. En abril guardabas el abrigo y la bufanda, el día se alargaba y sabías que el curso terminaría pronto. Las chaquetas de punto te prometían largas tardes de no hacer nada, de jugar en la calle, de series en la tele después del telediario, del almendrado de frigo que me compraba mi abuela los domingos...
La primavera de transición había ido desapareciendo. Un poco como en mi vida, o hacía frío, o hacía calor. Pero este año, el cambio climático, los volcanes islandeses, o lo que sea, me han vuelto a regalar ese tiempo de reflexión. Unos días imprevisibles, donde por la mañana no sabes si coger las gafas de sol o el paraguas.
La lección de la primavera, es que no importa lo preparado que vayas, siempre puede sorprenderte una tormenta, supongo que el secreto es resguardarse bajo un balcón y disfrutar del paisaje. El verano pronto llegará.
viernes, 14 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
EL CREADOR DE DISTOPÍAS
Tengo un amigo que ama las distopías. Escribe sobre ellas y parece que todo lo analiza con precisión quirúrgica, cuando lo imagino delante...
-
Tengo un amigo que ama las distopías. Escribe sobre ellas y parece que todo lo analiza con precisión quirúrgica, cuando lo imagino delante...
-
Falta nada para la Navidad. Vaya año. Y aún no ha terminado, sigo temiendo un giro de guión. Pero mejor enfocarnos en lo bueno. Cosas bu...
-
Inauguramos Junio, con ganas de verano, ignorando el viento y la lluvia con la que Mayo ha mayeado. Con la ilusión que nos hace quitarnos l...
No hay comentarios:
Publicar un comentario