Los
viernes son comparables al junio de los días de la semana. Te ponen como de
buen rollo. Piensas en todos los planes para ese tiempo libre que tienes por delante. Te visualizas haciendo cosas de anuncio de
cerveza, o de anuncio de Decathlon. Y acabas sentada en el sofá, viendo una comedia romántica y con una bolsa
familiar de patatas. No es mi caso. Yo prefiero las bolsas familiares de
ganchitos. Y las pelis de Marvel. Soy así de maja y "cool".
Decir
viernes, es una fórmula mágica que te sube el ánimo. Hay frases y palabras que
tienen ese poder de cambiarte. Para bién, como "Tomamos un café",
"2x1", "Mojito", "¿Has adelgazado?", "Te he
echado de menos" y "Estreno de la nueva de Woody Allen
próximamente".
Para
mal, como "Error de red", "No tengo tiempo" "Mañana es
lunes", "El blanco engorda ¿no?", "Ropa de nueva
temporada" (sin descuento).
Si
las palabras tienen ese inmenso potencial,
¿Por
qué las utilizamos tan poco? ¿Por qué las maltratamos, mutilamos, y lo peor,
las silenciamos?
Hace
poco leí que los dioses olvidados pierden su poder y mueren. Creo que pasa lo
mismo con las cosas a las que no les das
el valor que merecen.
Hoy
voy a hablar de mis palabras preferidas.
"Petricor"
el olor después de la lluvia en un territorio seco. Decidla, cerrad los ojos y
sentidla. ¿No la oléis?
"Lemniscata"
el símbolo del infinito. Sí, ese ocho cansado y tumbado por el peso de su significado.
"Aurora"
esa luz sonrosada que aparece justo antes de la salida del sol. Para mí, es un
momento que pertenece a la nada, una transición, un portal del tiempo que nos
traslada de ayer a hoy, de la oscuridad
a la luz.
Y
por último, mi favorita de todas: "Serendipia", ese hallazgo
inesperado cuando buscabas otra cosa. Ésta última, es la definición de
la fortuna que te está buscando a ti.
Pero
hoy es viernes, y el viernes va vestido de fiesta, sabe a de copa de vino al
atardecer y suena a buena conversación. Este viernes, este fin de semana,
apadrina una palabra, hazla tuya, dísela a alguien, grítala o susúrrala, no la
guardes y sácala a paseo. Me despido hasta la próxima, sed felices, y
expresadlo.
¡Hola!
ResponderEliminarLeer esta entrada ha sido bastante interesante, porque tienes más razón que un santo, como se suele decir.
Es increible como las palabras están tan cargadas de significados, e incluso hasta de emociones, porque a fin todo está relacionado, el lenguaje, los sentidos, los sentimientos... Todo forma parte de una realidad de la que se forma parte y a la vez se comparte, porque no solo formamos parte de ella, sino que a la vez compartimos nuestra realidad con otras realidades.
Y creo que lo voy a dejar, porque me estoy poniendo muy filosófica y no he venido a eso.
¡Feliz viernes, y nos leemos!
Un texto con mucho significado, disfrazado de cotidianidad. Me quedo con la palabra autosuficiencia, parece larga y fea pero tiene un poder sobrenatural, te lo aseguro.
ResponderEliminarUn saludo y muchos ánimos!
Algarabía. Sin duda, una de mis palabras favoritas. Se me dio a conocer en el cole hace la friolera de ...34 o 35 años. Supongo que me gusta mucho lo bien que encaja su sonoridad con su significado.
ResponderEliminarUn abrazo !!!
JuanRa.