Pues
me he enterado de que hoy es el día internacional de la felicidad. Que se me
ocurre que hace nada fue el de los enamorados, el de la mujer, el día del nº
pi, o ayer mismo el del padre, y suma y sigue. Si seguimos así, veremos el día
de “ir al super a por leche y volver a casa con dos bolsas y un sherpa cargando
cosas de oferta”, el de “hoy salía de tranqui, pero llevo tres absolut con
naranja”, o el dedicado a mí “me encanta conducir, pero aparco fatal”. Es
curiosa esa necesidad del ser humano de celebrar fechas en el calendario y
conmemorar cosas. Que no lo critico, yo soy muy de celebrar todo lo celebrable.
Pero el día de hoy me ha llamado especialmente la atención. ¿Quién decidió
celebrarlo? Pues, queridos y felices amigos, la decisión salió de la Asamblea
General de las Naciones Unidas, en 2012, a partir de una propuesta del Reino de
Bután. Resulta que en ese país tienen una manera de medir la “felicidad nacional
bruta” el FNB, en un cuestionario de 180 preguntas que consideran cosas como:
el bienestar psicológico, el uso del tiempo, la cultura, la salud, el nivel de
vida y el gobierno entre otros.
Y
ahí es donde me han quitado toda la diversión al asunto. Aunque admiro a un
gobierno dedicado a estos temas, sobre todo si se dedica a crear un ambiente
propio para disfrutar de la felicidad, creo que ésta es subjetiva. Por ejemplo,
ayer fui feliz en una charla donde recordábamos haber visto hace mil años la
serie “Doctor en Alaska”. Hoy que empieza la primavera, me he sentido feliz
cuando unas obras en la carretera me han detenido en una curva del pantano de
Escales, desde donde hay unas magníficas vistas, he bajado la ventanilla, he
subido la música y he disfrutado de unos minutos de absoluto bienestar, hasta
que me han sacado de mi personal Nirvana los pitidos del amargado del coche de
detrás, mientras el señor de las obras insistía en darme paso moviendo los
brazos como un molino de viento. Fui feliz este fin de semana tomando un
estupendo café, mientras me daba el sol en la cara en las pistas de esquí.
Hablando de los planes para vacaciones. Leyendo un libro yo sola en una
terraza. Escribiendo un capítulo de una novela. Y fui feliz viendo a la gente y
hablando de todo y de nada.
Sin
más y sin menos. Creo que si quieres ser feliz, lo eres. Como siempre os dejo
una canción. “You can never hold back spring”, de Tom Waits que es un poeta y
dice cosas como: “A pesar de que el mundo ha perdido su camino, sigue soñando
con la primavera”. Hoy, mañana y siempre, sed felices.
Pues si,el que quiere ser feliz busca la manera de hacerlo,sin escusas :)
ResponderEliminarFantástic com sempre
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