Hace
poco volví a ver un episodio de la serie “Friends” donde hablaban de una “Freebie
list”. Os explico, en una pareja monógama y feliz existe la posibilidad de un
escape, de un descanso, si es que lo necesitas, una forma de "carta blanca" a través de una lista
con cuatro o cinco nombres. Si los nombres están en la lista, tienes la
oportunidad de tener sexo con ellos y tu pareja no puede reclamarte nada.
También
en una película de 1985 “Insignificance” sobre un encuentro entre Albert
Einstein y Marilyn Monroe, se hablaba de este tipo de lista. Ella había incluido
al genio. Y luego se dio cuenta de que era muy mayor. Al darse cuenta de su edad él le pregunta “¿Me borraste?” ella
le responde “Te puse el primero, podías morir antes”. Casi no recuerdo la
película pero he comentado varias veces la escena.
Creo
en la monogamia. Aunque no sea para toda la vida. Pero creo que si encuentras a
alguien a quien quieres y tienes la inmensa suerte de ser correspondido, ni se
me ocurriría poner los cuernos. Pero como cada relación es un mundo, no voy a
entrar en estas cosas.
La
semana pasada tuve una conversación sobre “La lista” con unos amigos. Para mí, habría
que pactar unas normas.
La
primera es que todos los nombres de la lista deberían ser aceptados por tu
pareja.
La
segunda es que deben ser celebridades, de cualquier ámbito, aunque dudo que
alguien ponga a Mariano Rajoy pero eso nunca se sabe que su público tendrá,
digo yo.
Otra
norma es que la relación con la celebridad no puede repetirse. Puedes acostarte
con Scarlett Johansson. Varias veces. Pero el mismo día. Y debes prometer que
nunca más mantendrás contacto con ella. Aunque estoy imaginando al superhéroe
que le diga que no a Scarlett diciendo, mi señora me espera para cenar.
A
la segunda ronda de cañas, ya estábamos dando nombres. Tengo una amiga que
tiene debilidad por los cantantes asiduos al Primavera Sound y festivales
similares. No recuerdo su primer nombre pero sí recuerdo el fervor con el que
incluyó a Damon Albarn de Blur en su tarjeta imaginaria. Con otra coincidimos sólo en el primer nombre. Y como imagino que alguno tendrá
curiosidad, voy con mi lista. Naturalmente el primero sería John Hamm. Y además
debería encenderme los cigarrillos con la misma elegancia que Don Draper.
Esa
seguridad con la que entra en una habitación y cuando mira a alguien la
convierte en la persona más importante del mundo me puede.
El
segundo puesto sería para Colin Firth. Con gafas. A lo Kingsman. Creo que no
hacen falta más explicaciones. A todas nos convence Colin Firth.
Para
el tercero cambio de registro. La testosterona rubia de de Chris Hemsworth.
¿Qué sería una lista sin un dios?
El
cuarto sigo con la testosterona y elijo a Jason Statham. Creo que a nadie le hace falta
explicar el por qué. Seguid su cuenta de Instagram.
Y
el quinto y no menos importante, con un look totalmente distinto Idris Elba.
Elegante a la par que poderoso.
Naturalmente
hay nombres que quedarían totalmente excluidos como Ethan Hawke, Ewan MacGregor
o Tom Hiddleston. ¿Por qué? Porque ya estoy demasiado enamorada de ellos como
para acercarme más.
Queda
en suspenso el qué contestarían dichas celebridades a las propuestas indecentes
de las groupies que se les acercan. Seguramente yo necesitaría un mes de
psicoterapia antes de acercarme a un famoso para pedirle fuego, imaginaos para
llevarlo a la cama. Pero ya quemaremos ese puente cuando lleguemos a él.
Con
mi suerte, me pasaría como a Ross, que encuentra a Isabella Rossellini cuando ya
la ha quitado de la lista. Os dejo la
escena para que os riais. Y vuelvo otro día con un post menos frívolo. Lo
prometo. Amad mucho y sed felices.
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