Si algo tiene ser una
blogera semanal es la escasez de temas que te inspiren. Es mi perfecta excusa
para la escucha de conversaciones en
mesas ajenas. Pero hay semanas como ésta, en que el calendario te lo pone fácil
y puedes hablar de San Valentín. Obviamente todo el mundo sabe ya a estas
alturas eso del cura que casaba parejas por estas fechas. Los más cínicos
también sabemos que esta fiesta está creada para acabar con las sobras de stock
de los regalos de Navidad. Aunque hay que reconocer que se lo han currado. He visto
cosas terribles en los escaparates. La ropa interior roja, los cojines en forma
de corazón y las chorradas varias ocupan estos días la calle y se han creado
expresamente para el 14 de febrero. Así que eso de los excedentes ha quedado ya
anticuado.
No voy a hablar de esta
parte. Voy a hablar de ciertas curiosidades relacionadas con el día de los
enamorados, que han llamado mi atención.
Siguiendo la estela del
pasado post vuelvo a oriente donde en Japón se celebra el “Tanabata” o “Fiesta
de las estrellas”. No es el 14 de febrero, sino el séptimo día del séptimo mes del calendario lunisolar, creo que eso aquí
caería más bien en agosto. Eso es porque muestra cierto paralelismo con la
fiesta china “La noche de los sietes” (Qi Xi, imaginadme pronunciándolo con mi
estupendo acento mandarín).
Resumiré la historia: una
tejedora (en algunas versiones es una princesa que teje telas maravillosas) y
un pastor enamorados hasta tal punto que la pobre tejedora se me despista y
empieza a desatender sus obligaciones. Naturalmente, es castigada por los
dioses, como debe ser en cualquier buena leyenda que se precie. Pero siguen tan
enamorados que se les permite verse una vez al año. De noche. El puente por el
que se encuentran está hecho de estrellas en Japón y de Grullas en China. Hay
tantas versiones de la historia como gente la ha explicado.
Hoy en día, en China se
celebra el día de las habilidades y las jóvenes muestran su gracia al coser. En
Japón tienen una tradición que me parece preciosa y es que escriben deseos o
poemas en tiras de papel y los cuelgan de los árboles de bambú.
Pero no todo es folklore y
leyendas. En Japón que son así como bastante listos y no quieren desperdiciar una fecha tan
importante como San Valentín, ese día las mujeres regalan chocolate a los
hombres. ¿Y por qué? Pues porque resulta que uno de los patrocinadores/impulsores
de esta fiesta es la marca de chocolates Morozoff de Kobe. Un mes después, en
el “White Day”, son los hombres quienes agasajan a las mujeres con regalos de
color blanco, generalmente chocolate blanco. Cosa que encuentro una injusticia,
porque he probado los bombones japoneses y los de chocolate negro son
infinitamente superiores.
En otras partes del mundo se
celebran cosas distintas como en Perú donde suele haber bodas colectivas, en
Finlandia se celebra el día de la amistad, en Dinamarca se envían textos
graciosos firmados por tantos puntos como letras tenga el nombre del autor y
hay que adivinar la identidad del mismo, en caso de acertar te ganas un huevo
de chocolate la próxima Pascua; en Italia las mujeres deben levantarse al
amanecer para cruzarse con su próximo esposo que será el primer hombre que se crucen
por la calle. Por suerte aquí no es así, yo suelo ir al gimnasio antes del
amanecer y puedo asegurar que a esas horas, no tienes humor para pensar en esas
cosas.
Aquí nos dedicamos más a
leer “memes” divertidos sobre San Ballantine’s y en mi caso a consolar a las
niñas y niños de 12 años que no han recibido ninguna postal con corazoncitos.
En serio. Preocupante.
De todas maneras no quiero
parecer tan cínica (os aseguro que no lo soy) y os animo a que celebréis lo que queráis, el amor, la amistad o
el momento. Lo importante es ser feliz, gran frase que me han dicho esta mañana. Tendría
que dejaros con la canción más romántica del mundo, pero como cada uno tiene
sus referentes pondré una canción de amor que me gusta y punto. Así que con un
videoclip muy icónico y la estremecedora voz de Nina Simone me despido hasta la
semana que viene. Enamorados o no, sed felices. Es una orden.
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